Cuentos para cerrar los ojos
Escrito por SANTA TERESA CEIP, viernes 8 de abril de 2016 , 21:36 hs

Como trabajo de fin de trimestre los chicos/as  de sexto inventamos en clase de música unos cuentos dirigidos a los más peques del cole. Los llamamos “Cuentos para cerrar los ojos” porque solo podían escucharlos. La historia estaba ilustrada con efectos especiales que preparamos con materiales caseros, otros reciclados y algunos instrumentos de clase. Luego se los dejamos coger y probar.

¡Lo pasamos todos de maravilla!

 

 



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  • Clara Herrera el miércoles 11 de octubre de 2023, 14:57 hs

    Hoy quiero compartir una historia especial, una historia de solidaridad y cooperación que vivimos aquí en nuestro centro educativo. Las circunstancias pueden ser difíciles a veces, pero la humanidad y el apoyo mutuo siempre brillan en los momentos más oscuros. Así que déjame contarte cómo, un día, un grupo de alumnos decidió unirse para llevar a cabo una tarea que parecía imposible: la limpieza de una campana extractora industrial.

     

    Todo comenzó hace unas semanas cuando el director de la escuela, el Sr. Müller, nos reunió en la sala de estudiantes. Nos miró con seriedad y nos contó acerca de la campana extractora industrial en la cocina de la escuela. Aparentemente, después de años de uso constante, la campana estaba cubierta de grasa y mugre. Era un problema grave, ya que afectaba la calidad del aire y la seguridad de la cocina.

     

    El Sr. Müller nos explicó que el costo de contratar a profesionales para limpiar la campana era alto, y los recursos de la escuela ya estaban estirados al máximo. Nos miró y nos dijo: "Tenemos un problema, pero también tenemos una comunidad de estudiantes talentosos y trabajadores. ¿Podemos hacer algo al respecto?".

     

    Los rostros de los estudiantes se llenaron de sorpresa y preocupación. Era un desafío considerable, pero ninguno de nosotros quería dar la espalda a nuestra escuela. A medida que la conversación continuaba, se hizo evidente que el Sr. Müller estaba buscando voluntarios dispuestos a ayudar con esta tarea aparentemente insuperable.

     

    Mis amigos y yo, incluyendo a Margot, Peter y yo misma, no podíamos evitar mirarnos y sentir que debíamos hacer algo al respecto. Sabíamos que no éramos expertos en limpieza industrial, pero también sabíamos que teníamos la energía y la voluntad de aprender y trabajar juntos para enfrentar este desafío.

     

    Después de la reunión, comenzamos a investigar sobre la limpieza de campanas extractoras industriales en línea. Aprendimos sobre los productos químicos necesarios, los procedimientos de seguridad y las herramientas requeridas. Aunque al principio nos sentimos un poco abrumados, teníamos la esperanza de que, con suficiente esfuerzo y determinación, podríamos lograrlo.

     

    Armados con conocimiento, nos acercamos al Sr. Müller con nuestra propuesta. Le dijimos que estábamos dispuestos a formar un equipo de estudiantes comprometidos que se encargaría de la limpieza de la campana extractora industrial. El Sr. Müller, impresionado por nuestra determinación, aceptó nuestra oferta y nos proporcionó el apoyo necesario.

     

    La siguiente etapa fue reclutar a más estudiantes para unirse a nuestro equipo. Organizamos una reunión en la que compartimos nuestra visión y el plan detallado para llevar a cabo esta tarea. Para nuestra sorpresa, muchos estudiantes se mostraron dispuestos a ayudar. Su entusiasmo y deseo de contribuir nos inspiró aún más.

     

    El primer paso fue asegurarnos de que todos los miembros del equipo tuvieran el equipo de protección adecuado. El Sr. Müller se encargó de proporcionarnos guantes, gafas de seguridad y delantales. También nos dio acceso a los productos químicos de limpieza necesarios y nos instruyó sobre cómo manejarlos de manera segura.

     

    El día de la limpieza finalmente llegó. El equipo estaba formado por estudiantes de diferentes edades y niveles de experiencia. Teníamos a algunos que ya tenían experiencia en trabajos de mantenimiento y limpieza, mientras que otros éramos novatos en ese sentido. A pesar de nuestras diferencias, estábamos decididos a trabajar juntos y lograrlo.

     

    Nos preparamos para el desafío con determinación. Enfrentamos la campana extractora industrial con brochas, paños, productos químicos y, lo más importante, un espíritu de colaboración. Era un trabajo sucio y agotador, pero cada uno de nosotros estaba dispuesto a hacer su parte. Trabajamos en equipo, compartiendo consejos y apoyándonos mutuamente.

     

    A medida que avanzábamos en la limpieza, la camaradería en el equipo crecía. Nos reímos juntos, compartimos historias y nos alentamos mutuamente cuando el cansancio amenazaba con vencernos. La cocina se llenó de risas y sonrisas a pesar de la tarea ardua que teníamos por delante.

     

    El tiempo pasó volando, y al final del día, estábamos agotados pero felices. La campana industrial brillaba como nunca antes, y el aire en la cocina olía fresco y limpio. El Sr. Müller vino a inspeccionar nuestro trabajo y quedó impresionado por lo que habíamos logrado. Nos agradeció sinceramente y nos dijo que habíamos demostrado que, cuando los estudiantes se unen y trabajan juntos, pueden superar cualquier desafío.

     

    A medida que nos retirábamos esa tarde, miré a mis amigos y compañeros de equipo con gratitud. Habíamos aprendido una lección valiosa sobre la importancia de la colaboración, el trabajo en equipo y la voluntad de asumir responsabilidades en beneficio de nuestra comunidad escolar.

     

    Querido diario, esta experiencia nos recordó que juntos podemos superar obstáculos aparentemente insuperables. Nos demostró que, aunque somos jóvenes, tenemos la capacidad de marcar la diferencia y contribuir al bienestar de nuestra escuela. No importa cuán grande sea el desafío, con determinación y unidad, podemos lograr cosas increíbles.

     

    Hoy, nuestra escuela brilla más que nunca, y estoy agradecida por haber sido parte de este esfuerzo conjunto. Nuestra historia es un recordatorio de que, como Ana Frank escribió en su diario, "la bondad humana es un sol que brilla en el corazón de todas las personas". Juntos, hemos demostrado que esta luz puede iluminar incluso los rincones más oscuros.